Un resumen de lo que vivimos en nuestra visita a Cusco.
Cusco desde la altura. (Todas las fotos: Borgeano)
Cusco, la antigua capital del Imperio Inca, no ha cambiado nada en estos casi cuatro años que pasaron desde que la visité por primera vez: la plaza bien cuidada, los portales y locales que la rodean no molestan con ruidos de música o pregones, el tránsito es ordenado, los turistas de todas las nacionalidades van y vienen sin cesar o almuerzan en uno de los muchos balcones coloniales de los cafés o pubs que están, casi todos ellos, en el piso superior de cada caserón colonial.
Coricancha (del quechua: Quri Kancha, “templo dorado”).
Los cusqueños son por demás amables y, acostumbrados al turista (y conscientes de que el turista es el que deja más dinero en la ciudad y los alrededores y de la necesidad de cuidar esa fuente de ingresos), responden amablemente a las consultas que se les hacen y son muy…
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